Este antiguo complejo colonial tiene una larga vida y un encanto particular. Fue la inspiración para empezar un proyecto y un viaje para crear un hotel en un pequeño pueblo, que había sido casi olvidado. Hoy es el destino favorito de los viajeros internacionales, y ahora está habilitado como una estructura conveniente y confortable donde encontrar relax y tranquilidad.
El viaje comenzó en 1992, cuando descubrimos tres edificios en un estado lamentable, escondidos entre los árboles. El edificio principal (una granja) era el que mejor se conservaba, con sus tres chimeneas, que testimoniaban el hecho de que era la residencia de los habitantes del complejo. La casa del herrero (herrería) estaba en horribles condiciones por todos los años de evidente abandono.
Reconstruirlo todo ha sido un fantástico viaje en el tiempo, entre todos los objetos que los peregrinos dejados por los peregrinos que pasaban por Bolonia. Hace tiempo era propiedad de la iglesia, bajo la tutela de la parroquia de San Donino. Se necesitaron 16 meses para recuperar la antigua apariencia, y construirlo en un hotel de 4 estrellas, rodeado de esplendidos jardines y dotado de todo el confort.
El Hotel se divide en tres construcciones independientes, dos de ellas conectadas con un paseo subterráneo. El vestíbulo se levanta donde en origen se encontraba la herrería, que esta conectada a la sala San Zenobio, donde podrán degustar nuestro delicioso desayuno. La sala de cristal es el lugar perfecto para relajarse al aire libre con sus rejas de hierro forjado y la fresca pérgola veraniega. Aquí se organizan eventos especiales, cócteles y encuentros.
A su completa disposición, la piscina del Hotel Savoia Regency, a unos 100 m del Savoia Country House.
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